viernes, agosto 7

Siempre puedes olvidar

viernes, agosto 7
Una noche de insomnio, como tantas otras noches pasadas, Sofía se sentó frente a su ventana. Encendió un cigarrillo y miró el paisaje que se le presentaba; por más oscuro que fuera ella lo conocía bien. Entendía no poder ver los árboles pero poco reparaba en ello, porque con sólo oír el movimiento de sus hojas, provocado por la brisa, ella sabría que estos seres que formaban parte de su paisaje estarían allí... acompañandola.

Concluía con el único remedio para su desvelo, pues, ya había intentado con otros métodos, pero nunca había conseguido el sueño. Por eso, este hecho logró convertirse en su rutina nocturna.
A pesar de aborrecer todas, o casi todas las rutinas cotidianas, no podía quejarse de esta misma, ya que pertenecía a su propio beneficio.

Luego de varias noches en vela, Sofía descubrió algo completamente efímero; pero este algo logró cambiar su modo de ver las cosas. El suceso era leve y ruidoso: un avión, a lo lejos, aparecía por el oeste y se perdía en el este. Comenzaba el recorrido a su derecha, y se perdía de vista a su misma izquierda. Poco importaba, realmente, la ubicación del objeto volador. Como todos los entes que pasan por la Tierra: descubre su andar en un extremo y, siempre, sin excepción, se pierde en el otro extremo.

Se preguntaba si esta cuestión, que poco o nada tenía de extra-ordinario, podría llegar a responder una de sus tantas preguntas. Las cosas simples siempre suelen hacerlo. Y así fue: descubriendo el andar del avión y el lejano pero hermoso destello de una estrella, Sofía halló una convincente respuesta.

Su libertad no la encontraría en la verdad. Tampoco en sus sentimientos. Y mucho menos en su pensar. Su libertad no dependía de encontrarse detrás de unas oxidadas rejas. Tampoco la descubriría sin pertenecer a alguna persona determinada. Mucho menos buscándola.

La Libertad la hallaría cuando, como aquel avión, descubriera su propio vuelo al fin.
Porque en el fondo, el misterio, sólo será esa gran estrella.



Dedicado a mi compañero Bang, Bang...

2 comentarios:

mün

que hermoso... morella... y muchas gracias por dedicarmelo a mi... me dejó pensando harto eso de encontrar la libertad... creo que de a poco estoy descubriendo mi propio vuelo...espero no estrellarme en el viaje...

vuelvo a decirte q es hermoso lo que escribiste aqui... un beso vecina...

Abril

es dificil descubrir tu propio vuelo. pero bueno, creo que todo llega en algun momento no ? besos!!

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