sábado, julio 25

Pensando en sí mismos

sábado, julio 25
Sofía no sólo se contentaba con los dos terrones de azúcar hundidos por demás en su café, sino también lo hacía con las películas. Ella amaba el cine.

Desde pequeña soñaba con ser actriz. Añoraba ser como aquellas hermosas mujeres que lograban todo con una mirada, y cuando no, una palabra lo remediaba. Se alegraba frente a la tv.

La actriz principal, en las novelas, solía fingir ser mucama de alguna finca; el patrón se enamoraba de ella y luego se casaban, soportando antes unos cuantos pleitos ocasionados por motivos tales como: diferencias sociales, aparición de alguna novia del millonario dueño del rancho, un posible parentesco familiar entre los enamorados impidiendo su relación, etcétera.

Luego de un tiempo todas las novelas eran iguales, Sofía lo notaba. ¿Acaso los guionistas lo escribían pensando en sí mismos? ¿Acaso hoy, tal vez, lo hacen? Nunca lo supo. Pero sí reparó en dejar de ilusionarse con aquellas cuestiones noveleras. No existía tal historia: ningún millonario guapo vendría a buscarla a su hogar y, además, ella tampoco era ninguna mucama.

Se acabaron las historias del mediodía en su televisor. Prefería amargarse con el número de muertos a causa de robos en su país, viendo el noticiero. Al fin y al cabo, esa era su realidad.

En cuanto lo supo decidió cambiar las novelas por el cine. En verdad, con la gran variedad de películas, uno puede decidir perfectamente qué poner frente a sus ojos en un lugar como aquel. Cada vez que tenía unos billetes por demás sacaba dos entradas para la primer función de la tarde. Buscaba alguna amiga que la acompañara, pero claro, andaban ocupadas con algún 'filito' o preferían ir a comprar nuevas ropas.

Nadie compartía la afición al cine de Sofía. Por eso, al cabo de un tiempo de resignación, comenzó a comprar una sola entrada. Pues ella no tenía ningún novio, ni esposo, ni amante que la acompañara, pero sí tenía ese grato gusto por las películas románticas. Y de todos modos, sola o acompañada, al verlas en la gran pantalla: lloraría igual.

5 comentarios:

mün

nada que decir...salvo que me encantò... de a poco voy conociendo a sofia...y cambiando la primera impresion que tenia acerca de ella por una desconocida, y por por lo tanto, mas atractiva... un beso

Anónimo

Gracias por enseñarme a crear los enlaces :)

aapayés

Un gusto pasar por tu blog.. excelente


Saludos fraternos
Un abrazo muy grande

Que tengas un bello inicio de semana

Zayi Hernández

que bueno...me ha gustado esta Sofia...
a ver si me enseñan a mi con los enlaces, que he nacido bruta e irremediable para estas cosas...
besitos.

Andie

Algo en lo que coincidimos Sofía y yo, veo.
Lo que yo, aún tengo alguna vana ilusión de encontrar el fantasma de un príncipe azul.
Si más no, tendré que idealizar un mendigo para sentirme satisfecha, supongo.

Un beso (:

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